Veo las cosas con calma, las palabras que salen de mi boca estan planeadas, mi vida se rige por las leyes de probabilidad y lógica. No puedo concebir algo que no puedo calcular, o que no pueda comprender. Cada movimiento está planeado como si estuviera en una partida de ajedrez, moviendo las piezas necesarias para obtener lo que necesito, tratando de preveer lo que harán los demás y tener cubiertas todas las posibilidades.
Pero toda mi lógica se va al carajo durante 2 horas cada quince días; durante esas dos horas deshago de mi frustración, dando indicaciones que nadie escucha, mentando madres como si importara, gritando a todos y por todo. Durante esas 2 horas nada más importa, ni el exámen por venir, ni los problemas en casa, ni lo que sucederá mañana.
Durante esas 2 horas estoy rodeado de cemento y miles de personas haciendo lo mismo que yo, desahogando las frutraciones y problemas, librándonos del peso de los días con un grito; y aunque cada quien grita lo que quiere, lo seguro es que durante unos segundos todos gritaremos lo mismo, algunos con más pasión que otros, pero todos al unísono gritaremos: ¡GOL!
Y si la emoción de hacerlo de local parece suficiente, hacerlo de visita eleva ese sentir al máximo. En el camino todos van con la misma emoción, siguiendo la misma ideología y portando los mismos colores. El camino suele ser largo, horas con las mismas personas haciendo paradas por botana y cerveza, de vez en cuando algún otro seguidor, como tú, pasa en su carro y en las paradas tus colores suelen predominar; entonces, antes de llegar al estadio, empiezan los cantos, los gritos de apoyo desde el camión y escuchas las mentadas de madre, desde y para el camión.
Algunos al vernos llegar nos miran con incredulidad, ya sea por la cantidad o la distancia que se ha recorrido. A la llegada al estadio recibimos un trato cual si fueramos criminales, los abucheos no paran e incluso vasos de "cerveza" vuelan.
Durante esas 2 horas en un estadio desconocido y hóstil, sólo tienes a tus compañeros de viaje tratando de mantener la frente en alto, sin bajar los brazos, desgarrandote la garganta sin importar el marcador, por que para todos es un momento de liberación.
Y cuando te empiezan a agredir, todos sabemos que cantar, sabemos que decir:
"Nosotros ya venimos, haber si ustedes van"Entonces se hace el silencio en aquellos que nos ofendían y nosotros seguimos cantando, pues por esas 2 horas no existe la lógica y lo único que importa es liberarnos, por esas 2 horas somos libres.
Saludos!
Follow me Fox
Happix
5 comentarios:
uuuh :3!!
qué padre esas dos horas del futbol :D
yo nunca he tenido la oportunidad de viajar a un estadio, pero lo puedo compara con otra actividad~
La magiia del fútbol~
Que chido que lo viivas así :]
El futbol da hueva
"Durante esas 2 horas en un estadio desconocido y hóstil, sólo tienes a tus compañeros de viaje tratando de mantener la frente en alto, sin bajar los brazos, desgarrandote la garganta sin importar el marcador, por que para todos es un momento de liberación."
Te entiendo... el domingo fui a CU a mi partido de los pumas (notese el "MI") y de verdad te entiendo, cuando llego me siento en casa como nunca me he sentido en el corregidora... y en esos momentos el marcador no importa tanto... solo el sentimiento de aceptación y de una colectividad que pocas veces se siente...
Órale, eres como un Toreto del futbol “por esas 2 horas no existe la lógica y lo único que importa es liberarnos, por esas 2 horas somos libres” jajaja, concuerdo contigo, siempre critico el fenómeno del futbol, pero soy fanático, y sí me enojo bastante cuando mi equipo pierde…
Publicar un comentario