14/7/09

Odio ser pretencioso

Siempre me dijeron que yo soy pretencioso, no diré que eso es ilusorio, porque siempre existe en nosotros el principio de incertidumbre. Evidentemente existe en mí lo pretencioso y eso me pone de feo humor y peor estilo, defendiéndome en discusiones me pongo impertinente e ineludiblemente simulo mis sentimientos. El vivir es complejo pero no por ello te rindes, debes seguir de frente conociendo que lo desconoces todo pero que quieres eludirlo, siempre pretenciosos.

Mi mente heredó lo que se conoce por el televisor, los libros no fueron mi solución sino mi menor interés, pocos influyeron en mí y eso siempre provocó mi expulsión de los “elegidos”, pero siempre deposito el deseo de ser diferente sin conseguirlo, de eso siempre me quejo.

Sencillo y cómodo es no decir lo que nos entristece, incluso es bien visto. Pero yo no puedo conseguirlo, siempre que pienso y comento lo que me entristece, soy pretencioso, y lo peor es que confieso serlo. Que no me incumbe lo que sucede en el mundo me dicen muchos de mi prójimo, posiblemente lo que he perdido es fe, y solo pienso en el futuro sin conocer su rumbo o destino. De eso me quejo de mí y de otros. El pretencioso pretende volverse juez en el momento en que le conviene, por momentos ese efímero juez soy yo.

El odio propio es muy recurrente, por eso pierde su momento y se vuelve pueril. El odio, por si mismo es torpe e inconsciente, un género de costumbre siempre común en el entorno. Son molestos los momentos en que gente, que dice ser inteligente, se siente con el derecho de creer que viven en un recinto superior del ser y los seres; frecuentemente son los que se ven como templos de virtud, estos se exceden en fingir. Por eso son inteligentes, por eso el progreso es cuestión de embusteros, de nosotros mismos.

Por eso siempre es mejor el humor, los tonos jocosos siempre consiguen seguidores. No todo debe ser dispuesto con rectitud. No todo debe ser sincero, pero un equilibrio es mucho mejor. Por eso sirve ser quejumbroso con uno mismo, y querer desistir de pretensiones que no vuelven mejor este mundo.

5 comentarios:

ge zeta dijo...

Jajajaja qué buen post me cae. Hasta suena poética la ausencia de la A en las palabras. Pinche pretencioso, jojojo

Saludos

Güengo dijo...

jajaja gracias Ge Zeta, me limité a seguir las enseñanzas de Arjona...

RokCK dijo...

Para qué buscar un mundo mejor cuando uno mismo no puede hacer la diferencia?

Bueh...

El Tipo dijo...

Jajajaja wey la ausencia de una letra te hace pensar cabron! jajajajaja

Neta parece que imagino "tu figura definida por el reflejo tenue que entra por la ventana, con una pluma vieja en la mano -compañera inseparable- y un esbozo de humo que lentamente emerge del cigarro casi consumido que detinenen tercamente tu índice y medio desde hace ya varios años..."

Jaja te la mamas. (eee!! acabo de terminar mi post y extrañaba la "a") jaja

ge zeta dijo...

Jajajaja Arjonismo puro sí señor!

Guácala! Peor el post sí quedó chido