Sobre la musiquita en las páginas web

Hoy les vengo a hablar de trivialidades. Bueno, de una en específico. Hace muchos años, cuando el Internet era novedad y mi buscador de confianza se llamaba Altavista, las páginas personales no tenían la sofisticación de la que hoy en día gozamos.

Los fondos, fuentes, y estructuras de miles de sitios eran de carácter “amateur” por decirlo de alguna manera. Eran tiempos humildes, de placeres más simples. Las sesiones de navegación duraban una o dos horas a la mucho. Finalmente en algún momento había que desocupar ese teléfono. Y la verdad estaba bien, no había mucho más que hacer en el vasto (en ese entonces aún no tan vasto) mar del ciberespacio. Al menos no para un mocoso como yo.

Los minutos pasaban mientras buscaba información o imágenes de mis pasatiempos de la época. Y era reconfortante el darte cuenta que otros compartían esos mismo gustos y además invertían un poco de su tiempo para mostrarlos en internet.

Paletas de colores que a veces no hacían sentido y fondos de pantalla compuestos por cientos de mosaicos con la misma imagen de Goku en súper saiyan 3 era lo que rifaba en esa época. Pero de un detalle que me voy a acordar por mucho tiempo ese de esas pequeñas “cajitas” de Windows Media Player” que tocaban eternamente famosos temas en arreglos de MIDI.

Era genial entrar a una página y que te recibiera una familiar melodía con una calidad de sonido similar a la del Súper Nintendo en sus buenos tiempos. En ese momento el mentado mp3 aún no hacía su grandiosa aparición y por ello yo no tenía 20 Gigas de psytrance en mi disco duro (de 4 GB), si acaso tenía un par de WAVs que con suerte encontré en una página multimedia.

El chiste es que normalmente lo único que salía de mis bocinas era el chirrido del modem a la hora de marcar el número de conexión. Y por ello se apreciaba ese efímero tema musical en su formato amigable a los 28Ks de velocidad.

Sin embargo queridos amigos, eso era hace más de 10 años. Si hoy por hoy entro a tu página y me recibe un extraño widget que toca tus cinco canciones de Coldplay; pon tu dinero en la posibilidad de que voy a cerrar tu paginita antes de intentar descifrar como bajarle el volumen a tu molesta aplicación.

Si a los 30 segundos de comenzar a leer tu sitio personal, el último sencillo de RBD, Tool, The Mars Volta o Celso Piña comienza a zumbar repentinamente en mis oídos puede que no vuelva nunca más. En la actualidad, las posibilidades de que yo esté escuchando la música que a MÍ me gusta en mi multimedia player de preferencia son muy muy altas. Por ello no quiero ver interrumpido mi ritmo y melodía personal por tus malas decisiones de diseño.

Si me das la opción de ser YO quién active tus “rolononones”, está bien; puede que lo haga. Si sientes que esa melodía de Radiohead es indispensable para que logre entender tu post; adelante, invítame a darle play; pero no me fuerces a ponerle stop. Respeto tus gustos, pero la estadística dice que no me interesan. Así es que por favor, no le pongas musiquita a tu página web.